Para padres desesperados: la manera más eficaz de calmar a un bebé que llora por las noches, según la ciencia
Hoy
Vistas: 753 887

Son las tres de la mañana y el bebé continúa llorando. Tras comprobar que se encuentra bien, que no tiene hambre y que su pañal está seco, sus padres recurren a todos los trucos posibles para que el pequeño se tranquilice y se duerma, lo que incluye balanceos, nanas, arrullos y la última de las opciones: el paseo en coche. Pero el berrinche nocturno continúa y los nervios comienzan a truncarse.

Un grupo de científicos japoneses dice haber descubierto la fórmula para acabar con esta frustración experimentada por la mayoría de los padres. Explican su estrategia en la revista 'Current Biology' y es tan sencilla que probablemente a alguno le parezca decepcionante, pero nada impide probarla. Según escriben, para calmar a un bebé que llora hay que hacer lo siguiente: caminar con el niño en brazos cinco minutos; sentarse con el pequeño encima entre cinco y ocho minutos y después, conseguido el propósito, depositarlo tranquilamente en su cuna. Así de fácil. Y dicen que funciona.

«Muchos padres sufren el llanto nocturno de los bebés», apunta Kumi Kuroda del Centro RIKEN para la Ciencia del Cerebro en Japón y autora del estudio. «Ese es un problema tan grande, especialmente para los padres sin experiencia, que puede conducir al estrés e incluso al maltrato infantil en un pequeño número de casos», señala.

Mecedora

Kuroda y sus colegas han estado estudiando la respuesta de transporte, una reacción innata que se observa en muchos mamíferos altriciales, aquellos cuyas crías son inmaduras e incapaces de cuidar de sí mismas, como ratones, perros, monos y humanos. Observaron que cuando estos animales levantan a sus crías y comienzan a caminar, los cuerpos de sus crías tienden a volverse dóciles y su frecuencia cardíaca es más lenta. El equipo de Kuroda quería comparar los efectos de la respuesta de transporte, la reacción relajada mientras se carga, con otras condiciones, como sostener o mecer al niño con la madre inmóvil, y también examinar si los efectos persisten con el transporte más prolongado en bebés humanos.

Portar al bebé cinco minutos, sentarse con él en brazos de cinco a ocho minutos y a la cama OHMURA ET AL.

Los investigadores compararon las respuestas de 21 bebés mientras estaban bajo cuatro condiciones: ser sostenidos por sus madres que caminaban, sostenidos por sus madres sentadas, acostados en una cuna inmóvil o acostados en una cuna mecedora. El equipo descubrió que cuando la madre caminaba mientras cargaba al bebé, los bebés que lloraban se calmaban y su ritmo cardíaco disminuía en 30 segundos. Se produjo un efecto calmante similar cuando se colocó a los bebés en una cuna mecedora, pero no cuando la madre sostuvo al bebé sentado o lo colocó en una cuna inmóvil.

Esto sugiere que solo sostener a un bebé podría ser insuficiente para calmar su llanto, lo que contradice la suposición tradicional de que ser sostenido por su madre reduce la angustia infantil. Al mismo tiempo, el movimiento tiene efectos calmantes, probablemente activando la respuesta de transporte del bebé. El efecto fue más evidente cuando los movimientos de sostener y caminar continuaron durante cinco minutos. Todos los bebés que lloraban en el estudio dejaron de hacerlo y casi la mitad de ellos se quedaron dormidos.

Frecuencia cardíaca

Pero cuando las madres intentaron acostar a sus bebés dormidos, más de un tercio de los participantes volvieron a estar alerta en 20 segundos. El equipo descubrió que todos los bebés producían respuestas fisiológicas, incluidos cambios en la frecuencia cardíaca, que pueden despertarlos en el momento en que sus cuerpos se separan de sus madres. Sin embargo, si los bebés dormían durante un período más largo antes de acostarlos, era menos probable que se despertaran durante el proceso, según encontró el equipo.

«Incluso como madre de cuatro hijos, me sorprendió mucho ver el resultado. Pensaba que el despertar del bebé en la cuna está relacionado con la forma en que se colocan en la cama, como su postura o la suavidad del movimiento», dice la investigadora. «Pero nuestro experimento no apoyó estas suposiciones generales», añade. Si bien el experimento involucró solo a madres, Kuroda espera que los efectos sean similares en cualquier cuidador.

Basándose en sus hallazgos, el equipo propone un método para calmar y promover el sueño en bebés que lloran. Recomiendan que los padres carguen a los bebés y caminen con ellos durante cinco minutos, y luego se sienten y carguen a los bebés de cinco a ocho minutos más antes de acostarlos. El protocolo, a diferencia de otros enfoques populares de entrenamiento del sueño, como dejar que los bebés lloren hasta que se duerman ellos mismos, tiene como objetivo proporcionar una solución inmediata para el llanto de los bebés. Si puede mejorar el sueño infantil a largo plazo requiere más investigación.

«Muchos criamos intuitivamente y escuchamos los consejos de otras personas sobre crianza sin probar los métodos con ciencia rigurosa. Pero necesitamos ciencia para comprender los comportamientos de un bebé, porque son mucho más complejos y diversos de lo que pensábamos», afirma Kuroda.

Fuente: www.abc.es

Más noticias

Véanse también: